sábado, 22 de septiembre de 2012

Tarta de leche y pudding de leche


Esta tarta de leche hecha con ingredientes básicos, donde la leche es la protagonista absoluta, es además de rica, muy versátil, ya que puedes coronarla con los ingrediente que más te gusten, a mí el toque de la canela me parece ideal y crean una unión perfecta de sabores,  sin restar ni enmascarar la esencia de la misma, una tarta sencilla de sabores puros.  
Su preparación no requiere ningún tipo de complicación ya que tanto el relleno como la base son muy fáciles de hacer y el tiempo de preparación es mínimo en ambos casos. Tan sólo te recomiendo que prepares la pasta quebrada dulce en casasu sabor es incomparable  frente a las que se comercializan y le aportará el cuerpo necesario, así como ese punto crujiente de la masa, que se deshace en la boca.
El relleno es muy versátil, ya que puedes utilizarlo tanto para rellenar la tarta como para preparar pequeños pudding de leche, los cuales resultan ideales para disfrutar a cualquier hora y si además lo acompañas con un poco de fruta fresca resultan exquisitos y muy completos. A Quique que es más chocolatero aún que yo, le encanta añadirles un poco de chocolate fundido, y ciertamente también queda buenísimo.
Esta receta no necesita horneado, tan sólo tienes que añadir el relleno, dejarla enfriar, a mi me gusta dejarla toda la noche en el frigorífico y coronarla con el ingrediente que más te guste.  

Ingredientes:
para la masa
- 225 gr. de harina
- 80 gr. de azúcar glas
- 1 pizca de sal
- 120 gr. de mantequilla
- 1 huevo
para el relleno
- 1 litro de leche
- 120 gr. de azúcar
- 15 gr. de mantequilla
- 2 huevos
- 3 cucharadas de maicena
- 2 cucharadas de harina
- 1 cucharada de extracto de vainilla líquido
- canela para decorar (opcional)

Elaboración de la masa:
Esto lo podemos hacer tanto manual como en nuestra batidora eléctrica tipo Kitchen Aid, empiezo describiendo el proceso manual.
Mezclamos la harina con el azúcar glas y la ponemos en la superficie de trabajo formando un montoncito, hacemos un hueco en el centro y añadimos la mantequilla cortada en cuadrados, el huevo y la sal.
Con la punta de los dedos, mezclamos y amasamos los ingredientes en el hueco. Poco a poco, llevamos la harina hacia el centro y amasamos la mezcla hasta obtener una textura granulada. A continuación añadimos el huevo y mezclamos bien hasta que la masa se ligue.
Con la palma de la mano, amasamos la mezcla hasta que nos quede firme. Seguidamente formamos una bola y la envolvemos en film transparente, la introducimos en el frigorífico al menos durante una hora.
Si lo hacemos en la KA, ponemos todos los ingredientes menos el huevo en el bol, mezclamos con el accesorio pala, hasta que forme una masa granulada y terminamos añadiendo el huevo, mezclamos hasta integrar (sólo lo justo hasta ver que está integrado)
La sacamos del bol, y amasamos ligeramente con la palma de la mano hasta que nos quede firme.
Seguidamente formamos una bola y la envolvemos en film transparente, la introducimos en el frigorífico al menos durante una hora.
Elaboración de la tarta:
Ahora estiramos nuestra masa, con un grosor aproximado de unos 3 mm, y la depositamos sobre nuestro molde enharinado, cortamos los bordes, lo cubrimos con papel vegetal y le depositamos peso encima con las bolitas de cerámica, o si no disponéis de ellas con cualquier legumbre como judías o garbanzos. La introducimos en el horno, precalentado a 160º durante unos 30 minutos
Mientras preparamos el relleno y para ello ponemos en un cazo la leche junto con la mantequilla y lo calentamos hasta que llegue a ebullición.
En cuenco (amplio, ya que luego tenemos que añadir la leche), ponemos el azúcar, los dos tipos de harina, los huevo batidos y la vainilla, mezclamos bien hasta que quede una masa uniforme y sin grumos.
Un vez que la leche a roto a hervir, la vamos añadiendo suavemente y sin dejar de batir a la mezcla anterior, batimos bien con la ayuda de unas varillas hasta que nos quede uniforme y sin grumos.  Seguidamente volvemos a poner esta masa en el cazo y lo calentamos a fuego medio, sin dejar de remover ni un sólo instante para que no se nos pegue, hasta que la mezcla espese y llegue nuevamente a ebullición. 
Añadimos nuestro relleno a la masa y la dejamos enfriar a temperatura ambiente, una vez fría, la introducimos en el frigorífico y la dejamos toda la noche, o un mínimo de 8 horas.
Sacarla justo antes de servir, y decorarla al gusto.
vía Food and Cook

No hay comentarios:

Publicar un comentario