miércoles, 19 de septiembre de 2012

La fuerza está en ti... Invictus


Cada día Nelson Mandela, desde la celda en la que pasó 27 años por defender un compromiso ético con los suyos y consigo mismo, encontró compañía y consuelo en la lectura del poema "Invictus", un texto de una belleza melancólica, victoriana y marmórea. Un canto a la fe, a la liberta y a la resistencia humana enfrentadas a los momentos más desoladores, solitarios y terribles de la existencia.

INVICTUS

Fuera de la noche que me cubre,
negra como el abismo de polo a polo,
agradezco a cualquier dios que pudiera existir
por mi alma inconquistable.

En las feroces garras de la circunstancia
ni me he lamentado ni he gritado.
Bajo los golpes del azar
mi cabeza sangra, pero no se inclina.

Más allá de este lugar de ira y lágrimas
es inminente el horror de la sombra,
y sin embargo la amenaza de los años
me encuentra y me encontrará sin miedo.

No importa cuán estrecha sea la puerta,
cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma

Poema escrito en 1875 y publicado en In Hospital (Londres, 1903) por William Ernest Henley.

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