miércoles, 1 de mayo de 2013

Los vestidos con los que Máxima Zorreguieta se convirtió en Reina de Holanda

Máxima de Holanda no defraudó. La considerada como una de las princesas con más estilo a nivel europeo hizo sus apuestas y acertó de pleno. La nueva Reina de Holanda confió en Valentino, Jan Timiniau y Natan a la hora de responder a una pregunta tan complicada como qué se debe poner una Reina. Y es que experiencia y criterio en materia de moda no le falta, por ello el resultado no ha podido ser mejor: la argentina derrochó elegancia, sofisticación, clase y estilo en cada uno de los eventos que protagonizó. 




Apuestas de Máxima de Holanda durante las cenas pre y post coronación

La primera parada fue en el Rijksmuseum, donde tuvo lugar la cena de gala a la que asistieron los herederos de las Casas Reales. Como ya vimos, Máxima lució un impresionante Valentino rojo de volantes plisados que ya había estrenado en el cumpleaños del Príncipe Carlos de Inglaterra en 2008. A pesar de que hayan pasado los años, la nueva Reina supo llevarlo con estilo y le otorgó un toque de modernidad combinándolo con joyas nuevas y presumiendo de melena.

El siguiente evento en el que la pudimos ver fue en la ceremonia de abdicación de Beatriz de Holanda. Al acto, que tuvo lugar a la mañana siguiente, Máxima acudió con un vestido cóctel el tono 'nude' de Edouard Vermeulen, de la firma Natan. De cuerpo liso, con mangas con volumen, cuello a la caja y falda con bordados y un enorme lazo como elemento decorativo que llevaba en su hombro izquierdo. Una apuesta ideal para la ocasión ya que le aportaba el toque de elegancia que el evento requería y algo de sutil informalidad en relación con el resto de actos.



Máxima de Holanda en el acto de investidura y en su primera foto oficial

Máxima de Holanda con un vestido rosa palo en el saludo tras la abdicación de Beatriz de Holanda

El tercer vestido que la Reina Máxima de Holanda lució fue sin lugar a dudas el más impresionante. Y no era para menos: después de la abdicación, llegó el momento de la investidura de su esposo, Rey Guillermo Alejandro de Holanda y el momento en que se convertirían en Reyes. Como debe ser, la entonces inminente Reina de los Países Bajos lució un diseño holandés de Jan Taminiau.

Vestida con un un espectacular diseño azul klein con cuerpo velado en gasa con pedrería y cristal tallados a mano, manga larga y escote con encaje chantilly completado con una capa del mismo color. 


En cuanto a la tiara escogida para la ocasión, lleva el nombre de 'Tiara Mellerio' y está diseñada por Oscar Masin. Está formada por casi 700 diamantes de Cachemira y Sudáfrica y tiene un peso de 155 quilates.Anteriormente, la lució la Reina Emma durante la investidura de Guillermina en 1898. Sin duda, una apuesta digna de una Reina.

La nueva monarca repitió con Joan Taminiau para apurar los últimos actos oficiales, un paseo en barco por el río IJ y la última cena de gala, a la que ya asistieron todos los invitados, no solo los herederos de las Casas Reales como en la primera ocasión. Se trató de un vestido muy primaveral y elegante que se caracterizaba por los bordados florales, lentejuelas y cristales elaborado en crepé de seda con franjas en color rubí y beige. Como parte del peinado decidió recogerse el pelo y decorarlo con unos discretos broches plateados.


vía bekia

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