Carrot Café
Muy cerca de la Torre Agbar se encuentra este nuevo bar dedicado a los bocadillos de autor que ofrece una muy interesante alternativa en el barrio. Pero, además, esconde muchas otras sorpresas…
Os presentó una nueva recomendación en el barrio: Carrot Café, un nuevo enclave dedicado a los bocadillos de autor donde preparaban suculentos sándwiches de ¡pastrami!
Carrot Café ocupa un local esquinero de una zona tranquila cuando cae la noche,aunque se halla relativamente cerca al TNC y L’Auditori, por lo que supongo que también atrae a clientela noctámbula. Decorado con gusto, con notas de madera clara, mucha luz y algún toque de diseño como una original lámpara blanca, es un espacio informal en el que uno se siente rápidamente a gusto; hasta tienen un sofá estilo Chester para los más comodones.
En cuanto a la oferta gastronómica, nosotras nos decidimos por el clásico de pastrami, presentado en pan de centeno, con queso scamorza affumicata fundido y un poco de mostaza de miel; una combinación ganadora que nos conquistó en este primer asalto.
Hay pastrami, si, y también bagels –con una pinta estupenda- y hamburguesas, pero también presenta propuestas más nuestras como el pan de coca con butifarra negra o el mallorquín.
Aparte de los bocadillos, en la carta también se incluyen ensaladas y, al mediodía, distintas fórmulas menú, una de las cuales siempre es un bocata para los que no disponen de demasiado tiempo. Me ha gustado porque se nota que es un negocio honesto y bien pensado, creado por alguien a quien le apasiona la gastronomía y se divierte probando nuevas composiciones gustativas. Y también me sedujo porque se han cuidado todos los detalles: hay una extensa carta de bebidas –los zumos son uno de sus puntos fuertes, así como las cervezas- y postres caseros; la guinda final a una experiencia muy recomendable.
Carrot Café
Carrer de Tànger, 22
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