miércoles, 29 de mayo de 2013

Luzía

Luzía, una brasserie contemporánea sin horarios donde desayunar copiosamente hasta el mediodía, comer de menú o cenar una pizza en un ambiente de lo más agradable. Su céntrica situación es un plus.

Se acerca el fin de semana y tal vez te apetezca recuperar fuerzas en este nuevo hotspot que ha abierto sus puertas de la mano del grupo Tragaluz. Se halla en los bajos de un viejo conocido, la Xina, pero nada tiene que ver con el exotismo de aquel sino que aquí se ha apostado por un concepto de brasserie neoyorquina donde los horarios se difuminan y la cocina se abre a diferentes fórmulas.



Uno de sus reclamos es su horario non-stop. Para empezar bien el día se puede tomar aquí el desayuno eligiendo alguna de las opciones que muestran en la zona de exposición: desde yogur y cereales a huevos con bacon, pasando por deliciosa pâtisserie si te apetece dulce. Al mediodía presentan un menú de cocina de mercado, aunque también se puede elegir compartir algunos platos si sois varios comensales. 



Ese es otro de sus puntos fuertes: la variedad que ofrece su carta, que incluye desde carnes a la brasa hasta ensaladas y sopas pasando por pizzas artesanales al horno de leña. Una carta para todos los gustos que va acorde a una ubicación, justo al lado de las Ramblas, en la que manda la heterogenia y el turismo de masas. Con abundancia de take-aways y restaurantes utilitarios, Luzía ofrece una alternativa interesante en la zona, tanto para el público local como extranjero.



Porque no solo su carta llama la atención. Como suele ocurrir en los restaurantes del grupo Tragaluz, Sandra Tarruella se ha encargado del interiorismo y, como acostumbra, ha realizado un buen trabajo al lograr un sitio cálido y agradable, con personalidad propia, donde manda la madera clara y la luz tamizada. Un oasis en pleno centro en el que abandonarse a los placeres de Epicuro.

Carrer Pintor Fortuny, 1


vía dolcecity

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