Hace tan solo unos días, leí una entrevista que le hizo la revista Glamour a Arturo Pérez Reverte aprovechando la campaña de promoción de su nuevo libro, El tango de la guardia vieja.
Guardé tan buen sabor de boca de dicha entrevista, que no me puedo resistir en compartir con vosotros un extracto...
Glamour: ¿De que podemos enorgullecernos las mujeres de hoy?
A.P.R.: La mujer tiene algo de lo que el hombre carece. El ha estado ocupado durante miles de años guerreando, cazando, yendo de machote... Ella ha estado callada, mirando, sobreviviendo en un mundo hostil para su género. Por eso ha generado una especie de lucidez. Hasta las más tontas tienen esa lucidez extrema, y eso ha creado mecanismos de superioridad intelectual, cultural, moral, que la hacen muy adecuada para los desafíos de los tiempos actuales. Estáis más preparadas para hacer frente a la adversidad. Acostumbradas a parir, a sufrir... El hombre, cuando le fallan los amigos del bar o su equipo pierde, se desmorona. La mujer, al contrario, es cuando más se hace dura, más tenaz. Más ella. Como personaje es mucho más fascinante que un hombre. Además, la mujer aún no ha terminado de evolucionar, no sabemos cómo vais a ser dentro de 20 años. Y eso precisamente es lo que me resulta fascinante.
Glamour: Pero llegamos a mayores y nos sucede como a tu personaje, nos enamoramos, nos quedamos embarazadas, tenemos hijos y nos cambia la vida, o nos cambia la cabeza... ¿qué nos sucede en ese momento?
A.P.R.: Tenéis dos puntos débiles, el útero y el corazón. Y cuando el útero o el corazón se interponen toda esa sabiduría, esa superioridad se tambalea. Vuestra capacidad para el sentimiento; la sensibilidad, el afecto, la devoción, el volcarse en lo que amáis... os perjudica. Una mujer enamorada es su primer enemigo, renuncia justamente a los mecanismos que la hacen superior. Ese es el conflicto interesante y fascinante.
vía glamour
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