domingo, 8 de diciembre de 2013

Grog y galletas de Navidad.... Por Food and Cook





El Grog es una bebida reconstituyente para los días fríos, hecha de agua caliente azucarada y un licor, casi siempre ron. Son muy populares en países muy fríos del norte de Europa, Tiene su origen en la Armada Británica, fué Lord Daniels quien lo inventó, y es posiblemente la bebida más popular de la Armada, además es considerada una bebida “oficial”, y es que dado el “afecto” que los hombres del mar tenían por disfrutar de las bebidas alcohólicas, la armada decidió cambiar la ración diaria que estos marineros tenían de licor, por algo más suave y que igualmente quedaran satisfechos, así que rebajo con agua la bebida que les daban, garantizándose así que estuviesen lúcidos en los combates. Aunque muchos de ellos terminaban igualmentegroggy. El tan con conocido adjetivo grogui, viene del estado en el que quedaban los marineros cuando se excedían bebiendo grog..


Ingredientes:
Para las galletas

- 1 taza de nueces molidas (110 gr.)
- 3 tazas de harina de repostería (450 gr.)
- 1/2 cdta. de sal
- 1 taza de mantequilla (225 gr.)
- 1 taza de azúcar (220gr.)
- 1 huevo grande
- 2 cdtas de vainilla
- Royal Icing

Para el Grog
- 60 ml de ron añejo
- 120 ml. de agua
- 2 cdtas de azúcar moreno
- 1 palo de canela
- 2 rodajas de limón
- 2 clavos

Elaboración:

Para las galletas
Calentamos el horno a 175 grados, mientras cascamos las nueces que vamos a utilizar, una vez que el horno haya alcanzado la temperatura introducimos las nueces sobre una bandeja en la parte media de nuestro horno, y las dejamos tostar durante unos 10 minutos (deben de adquirir un tono ligeramente dorado). Tened mucho cuidado en este proceso y con los tiempos, unos segundos de más podría hacer que se nos quemasen. Este proceso, hará que las nueces adquieran una sabor mucho más intenso y aporten un sabor más bueno a nuestras galletas.

Cuando ya estén frías las nueces, las trituramos hasta conseguir que nos quede como una textura fina, cuidado también en pasarnos a la hora de molerlas, ya que si nos excedemos de tiempo, nos puede quedar una pasta húmeda, que para nada es lo que necesitamos. Reservamos.

Tamizamos la harina y la ponemos en un bol, la sal y las nueces trituradas, mezclamos hasta incorporarlos. Reservamos.

En un robot de cocina, en mi caso la (Kichen Aid utensilio paleta), ponemos la mantequilla junto con el azúcar y lo mezclamos a velocidad media-alta hasta obtener una masa esponjosa y fluida.

Añadimos el huevo y la vainilla y seguimos batiendo a velocidad media, hasta que queden incorporado los ingredientes y la masa presente una textura suave.

Bajamos a velocidad baja nuestro robot y vamos añadiendo la harina en varias incorporaciones hasta conseguir que nos quede una masa firme. (Si fuese necesario añadir más harina, pero siempre en pequeñas cantidades, una cucharadita, si nos excedemos de harina nos quedará una masa seca, que se resquebrajará al manipularla) Con estas cantidades no he necesitado añadirle, pero puede variar en función del tipo de harina que usemos.

Dividimos la masa que hemos obtenido en cuatro porciones, las envolvemos en film transparente y las dejamos en el frigorífico un mínimo de 1 hora antes de ser usada. Podemos guardarla durante 2 días refrigeradas o si lo deseamos congelarla.

Preparamos nuestro lugar de trabajo, para ello ponemos sobre la encimera un hoja de papel encerado, los listones a los lados (el espacio dependerá del rodillo, ya que los extremos de este descansarán sobre ambos listones), y otra hoja de
papel encerado que la tendremos preparada para ponerla encima de la masa y de esta forma poder aplanar y distribuir la masa hasta que quede uniforme y con la medida que deseamos, para poder obtener una galleta ni demasiado fina y demasiado gruesa, es decir de unos 0.5 cm. de espesor.

Cogemos una de las porciones y las otras las seguimos dejando en el frigorífico, de este modo conseguiremos que nuestra masa no se atempere y siga estando igual de manejable en cada proceso de corte.

La depositamos sobre el papel encerado y entre los dos listones, la cubrimos por la parte de arriba con el otro papel encerado y vamos pasando el rodillo hasta distribuir la masa, este modo nos garantiza que no se nos pegue la masa en el rodillo, que no tengamos que estar añadiendo más harina de la precisa y sobre todo que no nos queden nada de residuos en la masa, pudiendo así reutilizar los restos que nos queden de los cortes tantas veces queramos.

Una vez tengamos la masa extendida procederemos a ir cortándola con los distintos cortadores, ahora en este paso podemos tomar dos caminos:
Podemos transferir directamente el papel cera sobre el que hemos estado cortando a la bandeja de hornear (esto es perfecto para aquellos cortadores que poseen muchas endiduras y de fácil deformación a la hora de recogerlas con nuestra espatula). Si optamos por esta forma debemos de realizar los cortes con unas distancias mínimas de unos 1’5-2 cm entre cada una.

Cortaremos la masa sobre el papel encerado, quitamos los restos de masas y vamos transfiriendo con la espátula de galletas cada corte, con mucho cuidado de que no se nos deformen, a la bandeja de hornear, en la cual tendremos depositado nuestra lamina anti-adherente o papel de hornear..

Las pondremos en el honor, previamente precalentado a 180º y las hornearemos durante 12 minutos, en la parte media-baja de nuestro horno, aunque esto es como siempre, va en función de hornos, mi consejo es que hagáis un primera tanda de unas dos o tres galletas y luego, sigáis con el proceso normal, esto os dará una idea de como actúa vuestro horno. Al principio os parecerá que es poco tiempo y que parece que puedan estar crudas, pero cuando se enfrían están en su punto y perfecto.

Las sacamos del horno, las dejamos unos 2 o 3 minutos en la bandeja de hornear y a continuación las pasamos a la rejillas para terminar de enfriarlas allí.

Repetimos el mismo proceso tantos trozos tengamos de masa, yo mientras estoy horneando, voy realizando el corte de la siguiente y así hasta completar los cuatro cortes que tengo de masa.

Las decoramos a nuestro gusto con la glasa real (ver receta aquí) y las dejamos secar.


HOT GROG:
En una olla ponemos el agua, el azúcar, la canela y los clavos y lo calentamos hasta que el azúcar se haya disuelto, seguidamente añadimos el ron y lo calentamos unos minutos (nunca debe de hervir).

Cuando veamos que ya está caliente, lo apartamos del fuego, le añadimos las rodajas de limón y lo tapamos durante unos 3 minutos.

Servimos, en vasos o tazas, junto con el limón, la canela y los clavos.

Esta es una bebida suave y de sabor dulce, podemos adaptarla a nuestros gusto, más dulce, solo tendréis que añadir más azúcar, más fuerte, pues más cantidad de ron, y así con todos los ingredientes que lo contienen, aquí os dejo la receta base.

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