Uno de los secretos mejor guardados de una boda es el vestido de la novia. Magdalena de Suecia, siguiendo la tradición, había desvelado muy pocos detalles, pero hoy por fin se ha conocido cómo era el modelo en cuestión: un Valentino con el que estaba resplandeciente.
Magdalena de Suecia, una de las jóvenes más bellas de la realeza europea, no ha defraudado con la elección de su vestido de novia. La princesa ha sido fiel a su estilo elegante y se ha decantado por un Valentino color marfil con cola de 4 metros, cuerpo de encaje de Chantilly y la falda de corte evassè, que marcaba la cintura.
Al tratarse de uno de los días más importantes de su vida, Magdalena no quiso renunciar a su tiara favorita, la diadema del rey Gustavo, un regalo de su padre a la su madre, la reina Silvia, cuando cumplieron diez años de casados en 1986. La tiara sujetaba el velo, de organza de seda con bordados de azahar.
La princesa ha preferido llevar el rostro al descubierto. El maquillaje, sencillo y natural, ha sido otro de los aciertos de Magdalena de Suecia.
vía mujerhoy
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