jueves, 29 de enero de 2015

...Y si nos vamos 3 días a Amsterdam??

Día 1:
Comenzamos nuestro tour por Ámsterdam visitando la famosa plaza de Rembrandt Plain, recomendada por Andrea (Amsterdamdo): en el centro se encuentra la estatua más antigua de Holanda, la del pintor Rembrandt van Rijn, acompañado por las estatuas de los miembros de "La ronda de noche" (instaladas recientemente), su obra maestra más famosa.


Mercado de la flores, © IIZ

Nuestra siguiente parada fue la tienda de quesos Henri Willig en Reguliersbreestraat, que nos atrajo como a un ratón un queso de bola. De camino a Muntplein nos detuvimos en el famoso Mercado de las Flores. El mercado existe desde la década de 1860. Antaño, los jardineros vendían flores desde sus propios barcos amarrados en el canal. Aquí se pueden encontrar todo tipo de flores, ramos… y por supuesto, los famosos tulipanes Holandeses.
Después de caminar por el barrio a orillas de Rokin, nos detuvimos en el “Café de Jaren”, un bar con terraza y un ambiente muy relajado en el que sirven sándwiches, pasteles y ensaladas, ¡un lugar estupendo para un pequeño aperitivo!

Decidimos alquilar unas bicicletas durante dos días. 
Una vez sobre nuestras bicicletas nos dirigimos al parque Vondelpark, el pulmón verde la ciudad, donde en verano se reúnen los habitantes de la ciudad ávidos del sol y de paso hacen un picnic.


Vondelpark © IIZ

Continuamos nuestra ruta hasta que llagamos al famoso “I Amsterdam” en la entrada del museo Rijksmuseum, recientemente abierto tras una extensa remodelación de 10 años. Además de visitar el Museo Nacional de Ámsterdam también se puede visitar su vecino, el Museo de Van Gogh, aunque nosotros decidimos postponer el Museo Van Gogh para la noche, aprovechando que los viernes abre hasta las 22.00, y así evitamos las aglomeraciones en hora punta.

Seguimos pedaleando hasta llegar al Heineken Experience, una parada indispensable para los amantes de la cerveza holandesa. Muy cerca se encuentra el mercado más grande de Ámsterdam, Albert Cuypstaart, y no muy lejos de este Sarphatipark. Este parque de 4.5 hectáreas en medio del barrio De Pijp lleva el nombre del doctor y urbanista Samuel Sarphati quien promovió la expansión de Ámsterdam hacia el sur en el siglo XIX. En el centro hay una estatua, monumento nacional, en su honor. Además, las casas de la calle al norte del parque, del número 1 al 97 son monumento municipal. 

Tras estas visitas recomendamos el “Café Binnen Buiten” en la zona de Puijt para una pausa gastronómica. En este bar se pueden disfrutar de especialidades holandesas (quesos, biterballen…) y de cerveza fresca.


Con el estomago lleno pedaleamos de nuevo hasta el Museo Van Gogh para disfrutar del museo en un ambiente más íntimo. Un grupo de música en directo transformaba la sala central del museo en un lugar tranquilo y juvenil y descubrir el arte del famoso pintor holandés con música de fondo fue una verdadera experiencia.


Día 2

Durante el segundo día nos dirigimos al barrio de Jordan. El barrio Jordan es mágico, es como un pueblito en medio de la ciudad, un oasis de paz con casitas de cuento de hadas. Caminar por las calles de este barrio es muy relajante e inspirador. Aquí se puede disfrutar de un surtido de tiendas de segunda mano, vintage,decoración y de las acogedores cafeterías y bares de la zona.


Negen Straajes, © IIZ

En la zona se encuentra el Museo de la Casa de Barco y un curioso Museo de Botones, que también pueden visitarlo los amantes de la costura o de lo insólito. Para comer recomendamos “Café t smalle”, nosotros tuvimos la suerte de disfrutar de su terraza, pero también merece la pena visitar su interior.

Tras el almuerzo nos dirigimos a la casa de Ana Frank. Una visita conmovedora del lugar histórico donde se escondieron Ana Frank, su familia y otros tres acompañantes durante dos años, desde de julio 1942 a agosto de 1944. Se pueden visitar partes del Anexo y ver el famoso diario.

Finalmente, para la cena recomendamos ir al sur de la ciudad para disfrutar del "Restaurante Moeders", que significa Madre. ¿Qué podemos esperar de un restaurante con ese nombre? un festín de comida tradicional holandesa cocinada con amor de madre. 


Día 3:
El último día decidimos dejar las bicicletas de lado y tras visitar varías tiendas de souvenirs y comer unas patatas fritas típicas holandesas, decidimos explorar la ciudad desde un nuevo ángulo: desde los canales.


Egelantiersstraat, © IIZ

Optamos por hacerlo en pedales, algo deportivo y a su vez entretenido, que resulto ser una experiencia muy divertida.

Después de nuestro pequeño recorrido por los canales de Ámsterdam hicimos una parada en la "Pancake Bakery" para comer los tradicionales Poffertjes o minicrepes y así retomar fuerzas.

Después, nos dirigimos a Begijnhof, aldea del siglo XIV en la que se encuentran dos capillas y hermosas casas tradicionales que datan de la Edad Media. También se puede ver la casa de madera más antigua de Ámsterdam de 1470 en el número 34: Het Houten Huis.

Por último, nos dirigimos al Barrio Rojo, donde descubrimos la Iglesia Oude Kerk del siglo XIV y la iglesia Clandestina de Amstelkring o museo de la iglesia en el ático. Este no es uno de los museos más conocidos de la ciudad pero es una visita realmente interesante. El museo está situado en lo que serían dos casas antiguas en Ámsterdam. Se pueden recorrer sus estancias y ver como se vivía en la ciudad hace varios siglos. Lo mejor de todo llega al final, al subir al último piso y ves la iglesia escondida en el ático. Desde fuera la iglesia pasa totalmente desapercibida, esa era la intención de sus feligreses en una época en que el catolicismo estaba prohibido por ley en la ciudad.


El Barrio Rojo © IIZ

Tras esta visita nos dirigimos al norte para visitar la Bibiloteca Pública de Ámsterdam, principal biblioteca de la red de bibliotecas de Ámsterdam y la más grande de Europa. Aprovechamos para subir al séptimo piso y disfrutar de las fantásticas vistas de Ámsterdam desde la terraza.

Terminamos nuestro día y fin de semana en Holanda visitando el Hotel Amrat, aprovechando su ubicación cerca de la Estación Central. Este hotel está situado en el edificio que perteneció a la antigua compañía de las indias en Holanda. Desde aquí, muy cerca del puerto fluvial de Ámsterdam partían los barcos de vapor hacia las colonias holandesas. Subiendo por sus escaleras principales todavía se pueden ver las antiguas taquillas de madera donde se vendían los billetes, un antiguo ascensor y subiendo hacia el último piso, una impresionante cúpula de cristal.

vía skyscanner.es

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