1. No apures las vacaciones hasta el ultimo día. Lo peor es volver a la oficina y haber dejado en casa las maletas sin deshacer y cierta sensación de que el viaje aún está sin acabar. Es mejor que hayas tenido un par de días para organizarse y adaptarse a su rutina habitual.
2. Intenta dormir ocho horas, relájate y recupera cuanto antes tus actividades normales como el gimnasio o las quedadas con los amigos. Recuerda que tu vida no era un infierno antes de irte de vacaciones. Sí, había cosas que te gustaba hacer.
3. En el trabajo no quieras hacerlo todo el primer día, establece las prioridades y admite que no podrás ocuparte de todo.
4. No te lleves trabajo a casa. Este año haz de una vez aquello de no mezclar las cosas del trabajo y las de casa. Separa tus dos ambientes y no permitas que uno contamine al otro.
5. Haz una pausa para comer en el trabajo, y aproveche para hacer vida social en la oficina.
6. Aprende a decir NO, delega y frena la impaciencia y la hiper exigencia de jefes y jefecillos. Eso de que lo necesitan “para ayer” no se ajusta estrictamente a la verdad.
7. Pon atención a lo positivo. Sí, aunque no lo creas, en el trabajo seguro que te ocurren cosas buenas. Pon la atención en ellas y desvíalas de las cosas y personas desagradables. Devuelve las sonrisas y las frases amables, incluso sonríe también a los bordes y maleducados.
8. Ten paciencia. Va a pasar, el síndrome post vacacional es pasajero y no dura más de diez días. Una vez que hayas recuperado tu rutina, los síntomas desaparecerán. Es cuestión de tiempo.
vía mujer hoy
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