Nuestro Viaje a Roma....

Fueron tres días muy intensos y me apetece mucho compartir con vosotros nuestra primera experiencia en ROMA. Quizás os pueda inspirar para organizar vuestro próximo viaje a esta bellísima ciudad o simplemente haceros recordar lugares, plazas, monumentos que ya os son familiares... Sea como sea, a disfrutar del viaje!!!

Viajamos desde Barcelona, en el vuelo de las 6 de las mañana, y llegamos muy pronto al Aeropuerto de Fiumicino. Desde allí cogimos el autobús de Terravision hasta la Estación de Termini. Compramos los billetes de autobús a través de Internet pero también nos ofrecieron comprarlos antes de embarcar en el avión (directamente en la puerta de embarque). La diferencia de precio era mínima (1 euro). La única diferencia es que, a la hora de coger el autobús, los que tiene reserva on-line tienen preferencia y si no queda suficiente sitio hay que esperar el autobús siguiente (30 minutos más tarde). 

Aquí va el enlace (en español) por si deseáis comprar los billetes de autobús con antelación:

http://www.terravision.eu/spagnolo/airport_transfer/bus-aeropuerto-de-fiumicino-roma-3/?adws=ES&gclid=Cj0KEQiApIGnBRCFx-idn7-E2Y8BEiQAc6fQbDhGo0oZKlSqHAVSFRzStoViOOtB37UU4VXAZibrmg4aAhuZ8P8HAQ

Tras 55 minutos de viaje por carretera, llegamos a la Estación de Termini, donde fue muy fácil coger un taxi que nos llevó directamente al hotel, situado a pocos metros de Campo di Fiore. Realmente recomiendo esa ubicación para el hotel, te permite recorrer las calles y visitas casi todos los monumentos sin necesidad de usar el transporte público (el cual no suele ser nada puntual). 

Realizamos el check-in en el hotel y nos fuimos corriendo a descubrir la ciudad..... Nuestra primera parada: El Vaticano.

Tras unos escasos 20 minutos andando, nos encontramos con la Plaza San Pedro. Nos dirigimos a los Museos Vaticanos donde descubrimos 7 km de exposición, repletos de maravillas, arte en estado puro, estatuas, tapices, etc... podríamos haber estado allí horas o días, pero al final de éstos se encuentra la obra maestra de Miguel Ángel: La Capilla Sixtina. No hay palabras para expresar lo que se siente al admirar semejante belleza... (las fotos están totalmente prohibidas en el interior de la Capilla, lugar donde se realiza el Cónclave para elegir un nuevo Papa). 

Al salir de la capilla Sixtina, a través de la puerta de la DERECHA, se acude directamente a la imponente Basílica de San Pedro, el templo más importante del Catolicismo.

Para evitar colas en la entrada de los Museos Vaticanos, os recomiendo la compra anticipada a través de la web:
http://biglietteriamusei.vatican.va/musei/tickets/doaction=booking&codiceTipoVisita=26&step=2

Al finalizar con la visita del Vaticano tomamos la Via della Conciliazione desde la Plaza de San Pedro y llegamos al Castillo de Sant'Angelo y al puente con el mismo nombre, sin duda uno de los más bonitos de Roma, repleto de estatuas. 

Tras atravesar el Tíber por el Ponte dell'Angelo, pasamos por via Paola hasta llegar a Via Giulia. Ésta es una calle preciosa en donde se encuentra la Iglesia nacional española de Santiago y Montserrat. Via Giulia es más silenciosa y característica que el Corso Vittorio Emmanuele, y nos conduce en pocos minutos hasta la Piazza del Palazzo Farnese y Campo dei Fiori. En Campo dei Fiori hay por las mañanas un típico mercado y unas 'pizzerie' muy buenas en las que también se puede comer un buen plato de pasta. 

Aquí terminamos nuestro primero día, emocionados pero muy cansados. Cenamos tranquilamente en la Trattoria Moderna (V.lo dei Chiodaroli, 1). Probé el mejor Rissotto de salchichas con peras y queso brie, que había comido en mi vida. El Tiramisu también se merecía una mención de honor!! 

Antes de volver al hotel, dimos otro paseo, iniciamos las compritas... y nos tomamos un ultimo café en el Bar Rossana (Via dei Chiavari, 16). Es un local pequeño, lleno de recuerdos y de objetos relacionados con el cine, el suelo es de pavés y guarda la esencia maravillosa del pasado. 

Empieza el segundo día... 

Tras un buen desayuno para coger fuerzas, nos dirigimos hacia Piazza Navona. Tres fuentes de estilo barroco presiden la plaza: la principal es la Fontana dei Quattro Fiumi, donde están representados los ríos Plata, Ganges, Danubio y Nilo; pero la plaza acoge también la Fontana del Moro y la de Neptuno. Además rodean la plaza impresionantes edificios también dentro del estilo del barroco como el Palazzo Pamphili y la Iglesia de Santa Agnese. Actualmente es un lugar de encuentro de artistas y feriantes y de los propios habitantes que acuden a disfrutar de las tardes en las terrazas de los restaurantes. 

Desde Piazza Navona nos fuimos hacia el Pantheon pero dando un pequeño rodeo. Llegamos a Piazza Sant' Eustachio. Allí podemos tomar uno de los mejores cafés de Roma, Sant’Eustachio Café (Piazza Sant’Eustachio, 82). 

A pocos metros se encuentra la Iglesia de Sta. Maria Sopraminerva y el Pantheon, el edificio mejor conservado del Imperio Romano donde al llegar de día podréis acceder a su interior. Este templo espectacular que en su origen estaba erigido con el fin de rendir culto a todos los dioses sorprende por su hermosa cúpula de 43’30 metros de diámetro. En el centro de la misma, un óculo proporciona una suave luz natural a todo el templo esférico creando una atmósfera única. E impresiona más saber que allí se encuentra enterrado el famoso pintor Rafael.

Muy cerca, tomando Via delle Colonnelle están dos de las heladerías más famosas de Roma: Della Palma y Giolitti. 

Nuestro camino y los antepasados de nuestra familia, nos llevaron hasta la Iglesia de Sant'Ignazio di Loyola. Construida por el papa Gregorio XV en 1626, en honor a San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Es una de las iglesias barrocas más recargadas, con un amplio interior adornado con piedras preciosas, mármol, estuco y dorados. El techo barroco es impresionante. 

Continuando nuestro paseo llegamos a Piazza Colonna y la extraordinaria Fontana di Trevi, lugar donde Anita Ekberg creó la escena más sensual de La Dolce Vita. No olvides tirar una moneda a la fuente para garantizar una segunda visita a Roma. Durante nuestra estancia, la fuente estaba en obras pero igualmente había habilitado un pequeño estanque con agua para recoger las monedas....  Las figuras centrales de la fuente son Neptuno y dos tritones, que simbolizan las dos caras del mar. En este lugar terminaba el acueducto Aqua Virgo, edificado por Agrippa en el 19 a.C. para canalizar agua a los nuevo baños de Roma.

Seguimos callejeando y comimos unos típicos "paninis" para coger fuerza y llegar hasta la famosa Piazza di Spagna, corazón de la Roma turística desde el siglo XVIII. Con su escalinata infinita y rodeada de hermosos edificios de tonos pasteles, se trata de uno de los lugares más reclamados y sofisticados de la ciudad. Sobre la escalinata se erige la Iglesia de Trinità dei Monti  (tambien en obras durante nuestra estancia) y la Villa Medici. La plaza más famosa de Roma toma su nombre del Palazzo di Spagna, construido en el siglo XVII para albergar la embajada de España. A los pies de la escalinata se encuentra la Fontana de la Barcaccia, de 1627. 

Desde este punto, cogimos el metro para llegar al... Anfiteatro de Flavio, más conocido como Colosseo. Construido en el S. I d. C. es uno de los lugares más representativos de la ciudad y una de las siete maravillas del mundo. Además de la espectacularidad del monumento que se observa por fuera, también puedes recorrer sus numerosos pasos subterráneos donde esperaban las fieras para batirse en la arena.  

Se pueden adquirir la entradas anticipadamente a través de la web:

http://www.coopculture.it/colosseo-e-shop.cfm

Tras el Coliseo, se encuentra el Arco de Constantino, con 21 metros de alto y se construyó en honor a Constantino el Grande por su victoria en la batalla del Puente Milvio. Se puede completar este paseo con la visita al Palatino, la colina mítica de la fundación de Roma, donde la leyenda indica que una loba amamantó a Rómulo y Remo. Las casas mejor conservadas son las de Domus Flavia, Domus Augustana y la Casa de Livia.

Luego subimos para pasear por via dei Fori Imperiali hasta la Piazza del Campidoglio.
No os perdáis la estatua de Rómulo y Remo, se encuentra antes de entrar a la plaza y no es fácil de ver.

Resulta casi imposible pensar que estás caminando por lo que fue el corazón de lo que fue la vida romana. El Foro Romano (Via dei Fori Imperiali), se construyó a finales del siglo VI a. C. y todavía hoy se conservan: el Arco de Tito y el de Séptimo Severo, y los templos de Rómulo, Cástor y Polux, además de las extraordinarias columnas de Saturno. En la parte del Foro Imperial destaca la bellísima columna Trajana con sus bajorrelieves que narran las míticas batallas del emperador trajano sobre Dacia. 

En la Piazza del Campidoglio se puede visitar el Palazzo Senatorio y los museos Capitolinos que atesoran una extensa colección de obras de la antigua Roma y del Renacimiento. Desde aquí se accede con facilidad a la Piazza Venecia en la que podrás contemplar el primer palacio renacentista de Roma y el Museo Palazzo Venezia que acoge una gran colección de arte bizantino.

Recorrimos la Via delle Bottheghe Oscure hasta que nos encontramos en el numero 35 de la calle, el Ducati Caffé. Fue increible tomar un café justo debajo de una Ducati...  no os lo podéis imaginar...!!

Nuestro camino nos lleva esta vez hasta las callejuelas del Barrio judío, en las que encontramos algunos de los rincones romanos más típicos y magníficas obras de arte escondidas como la fuente de las tortugas, en Piazza Mattei y el cercano patio de Palazzo Mattei. No dejéis de probar los dulces realizados según la tradición hebrea de Roma en una pequeña pastelería, Boccione, que hace esquina con Via del Portico D'Ottavia. 

Luego fuimos ir hacia el Teatro Marcello, pasando por Sta. Maria in Campitelli y continuar por el espacio de los antiguos mercados, tan importantes en el origen de Roma, hasta llegar a Sta. Maria in Cosmedin donde se encuentra la Bocca della Verità y, sobre todo, una de las Aras más antiguas de la ciudad que se encuentra en la cripta bajo el altar y estaba dedicada a Hércules.

Cruzamos el río Tíber, vimos la Isola y llegamos a Trastevere, uno de los barrios más bonitos y auténticos de Roma. El ambiente es muy tranquilo. Los restaurantes son buenos y tienen precios muy asequibles. También se puede probar en cualquier sitio un "panini de Porchetta", muy típico de la zona. Se trata de callejear tranquilamente hasta la plaza de la Basílica de Santa María en Trastevere.

Tras recorrer Trastevere, volvimos a cruzar el Tiber por el Ponte Mazzini y recorrimos tranquilamente las calles hasta llegar a la Piazza Farnese y el Campo de Fiori, donde cenamos  y nos tomamos la última copa... Nos dudéis en comprar algún pastelito típico en Roscioli (Via dei Chiavari, 34), para tomar de postre mucho más tarde en el hotel. Abren a las 6 de la mañana y cierran sobre las 21:00.

 

Aprovechamos el último día para volver al Ghetto, Barrio Judío, que tanto nos encantó. Recorrimos el Mercadillo del Campo di Fiore, compramos los recuerdos (tanto para los familiares como para nosotros mismos) y nos tomamos el último Caffé Latte...   

Nos volvimos a casa con la maleta un poco más llena, sobre todo de ilusiones y bonitos recuerdos pero sobre todo con el corazón lleno de esperanza de poder volver algún día.. y completar todo lo que no pudimos ver y disfrutar... veremos si se cumple la leyenda de la Fontana de Trevi!!

Ciao Roma Bella... Ci vediamo!!!

Fotos y texto de Puri L. González